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viernes, 31 de enero de 2014

Las Hazañas de "Il Gigante Buono"






Con motivo de la próxima justa veraniega que se aproxima en Brasil, publicaré más en el blog y esta vez hablaré de un jugador franca y notoriamente empolvado en el tiempo, por haber nacido en un país con tradición futbolística -bien podemos decir que ha sido testigo de la evolución del fútbol y sus similares- pero que, por cosas extrañas de la vida, nunca ha sido a nivel de clubes y selecciones una potencia a tomar en cuenta: Gales. 

Los jugadores galeses por lo general -y quizá no de otra manera- tienen por destino engalanar los escenarios de su vecina liga inglesa, a la cual le han aportado para bien y para mal. Así tenemos figuras como Ryan Giggs, Ian Rush -que incluso fue la primera bota de Oro para el fútbol inglés- Craig Bellamy u hoy en día la carísima adquisición de Florentino Pérez, perdón, del Real Madrid, Gareth Bale. 

Pero del que hablo hoy es un jugador de las remotas -aparentemente- décadas donde el fútbol en Inglaterra y en todo el Reino Unido si bien era muy popular no alcanzaba los niveles de profesionalismo y de proyección internacional que hoy conocemos: los años 50. De hecho bien podemos decir que a nivel Europeo eran pocas las ligas profesionalmente establecidas: las de España, Italia, Francia y Portugal eran las más sobresalientes y por supuesto, las ligas inglesa y escocesa, pero estas últimas dos, sumidas en una especie de anquilosamiento que no justificaba a nivel internacional lo que su historia aparente intentaba presumir. En ese sentido fue muy importante la Copa de Europa porque inevitablemente abrió a la competencia a las Islas Británicas. 

El fenómeno por aquellos años era que los jugadores británicos se encerraban en sus islas y era poco su salida al continente y si lo hacían realmente no pasaba algo trascendental con sus carreras. El primero en romper dicho adagio sería John Charles, el personaje de hoy. 

Nació un 24 de Diciembre de 1931 en Swansea, País de Gales. Su carrera comenzó en su natal Swansea al lado de su hermano el también futbolista Mel Charles, cuando aún era un niño en las filas inferiores del Swansea Town, que posteriormente pasaría a ser el Swansea City. A los escasos 14 años haría su prueba en el viejo estadio Vetch Field donde los visores del Swansea sin embargo, no le darían el visto bueno y lo relegarían a la tercera división de dicho equipo. Desilusionado por este hecho pasa a jugar para el Gendros, un desaparecido equipo con un presupuesto aún más modesto pero donde tendría mayor participación y sería el trampolín definitivo para que en 1948 y a la edad de 17 años, Charles impresionara con su estilo de juego a unos visores del Leeds United, un equipo inglés radicado en Yorkshire una región del norte de Inglaterra. 

Por aquel entonces un joven Charles, estaba lejos de ser lo que posteriormente sería y así el entrenador del Leeds, Major Buckley lo probaba en posiciones tan divergentes como lateral por izquierda, defensa central, mediocampista de contención y hasta medio por izquierda, pero sería el de medio centro el puesto que finalmente convencería a su entrenador y con el cual debutaría ante el Queen off the South un club escocés de la ciudad de Dumfries. Su debut profesional llegaría ante el Blacburn Rovers en abril de 1949 en la posición de medio centro que ejercería hasta 1952 cuando pasaría a ser centro delantero y entonces su exhibición frente al arco pasaría a ser muy determinante en las aspiraciones del club. Durante ese periodo el ejercito supervisaba constantemente su actividad, debido al servicio militar del cual fue excluido con motivo de su trabajo en Leeds, pero es también por aquel año cuando sufre su primera operación de cartílagos en las rodillas. 

Sin embargo su aportación al club fue muy determinante en cuanto a goles, porque esos mismos harían que el equipo ascendiera a la Primera División inglesa en 1956 después de 9 años en la segunda división y de qué forma aportaría John Charles: 29 goles en 42 partidos disputados. Para la temporada siguiente 1956-1957, Charles explotaría como nunca anotando 38 goles en 40 partidos jugados en la primera división inglesa, uno de los mejores promedios vigentes hasta hoy en dicha liga y al final terminaría anotando 150 goles en 8 años portando la casaca del Leeds. Los periodistas de entonces hicieron notar tanto la influencia de Charles en el equipo, que lo bautizaron como "John Charles United". Pero ese mismo verano sería fichado por uno de los grandes de Europa que tenía puesta su mira en la Copa de Europa y para ello centraron su afán en un delantero efectivo y certero: La Juventus de Turín, equipo que desembolsaría 65000 libras esterlinas por hacerse con la carta de John Charles un récord en ese entonces para el fútbol británico quien sólo había visto algo similar en cuanto a trascendencia cuando el jugador inglés John Fox Wattson había sido fichado por el Real Madrid en 1948. 

Con la Juve marcó una época junto a Omar Sívori y Giampiero Boniperti, formando parte de aquella Juventus que ganaría tres Escudetos y dos Copas de Italia; sin embargo el éxito de la Juve sólo sería local, pero las cifras de John Charles no pasarían desapercibidas: en 155 partidos con la Juventus anotaría 98 goles, de los cuales 28 los anotaría en su temporada de presentación donde quedaría campeón de goleo. Hay que decir que las cifras del tridente Charles-Sívori-Boniperti fueron impresionantes: 235 goles en 4 años -es mucho si tomamos en cuenta que históricamente el calcio italiano se ha distinguido por su estructura defensiva- promediando 59 goles por temporada. De hecho es en Italia donde adquiriría el sobrenombre de Il Gigante Buono (el Gigante Bueno) porque tenía una estatura de 1.89 y por el hecho de que los defensas italianos constantemente le hacían entradas con mala intención para provocarlo y lesionarlo, sin embargo Charles nunca respondía a las agresiones y de hecho casi nunca era amonestado. Hay que destacar que durante este periodo su trascendencia con el club lo llevaría a ser el Balón de Bronce en 1959, detrás de Alfredo Di Stéfano y Raymond Koppa. Por aquella época además era evidente su enorme condición física, pues con 88 kilos, tenía la potencia de un saltador olímpico de altura y el arranque de un saltador de distancia. 

Al final Charles se iría del club al término de la temporada 60-61 y volvería a Leeds United quien desembolsó 53000 libras esterlinas para tenerlo de vuelta. sin embargo ya no fue lo mismo, pues después de 5 años en Italia no supo acostumbrarse ni a la vida ni al fútbol inglés y así terminaría marcando la penosa cifra de 3 goles en 11 partidos, algo que desilusionó a la afición del Leeds justo cuando la directiva del equipo había subido los precios para las entradas de los partidos. En diciembre de 1961 terminó vendido al AS Roma por la cifra de 70000 libras y aunque en su debut contra el Bologna prometió mucho al anotar un gol en apenas 15 minutos de juego, al final terminó siendo un fracaso su estadía en la entidad romana. Finalmente para la temporada 62-63 ficharía por el que sería su último equipo: el Cardiff City de Gales, quien hoy en día juega en la Premier Inglesa. Transcurría ahí hasta 1966 cuando le pondría fin a su carrera deportiva. 

Sin embargo con su selección tendría tardes aún más memorables al ser el jugador más joven en debutar para la selección galesa, con apenas 17 años en 1948. En 1958 y debido a su enorme temporada en Italia, sería seleccionado para integrar la única selección de Gales que ha participado en una copa del mundo: La de Suecia 1958. Ahí tampoco desentonaría anotando un gol crucial ante la selección que llegaba como subcampeona: Hungría. Sin embargo el rudo juego que destilarían los equipos de su grupo (México, Hungría y Suecia) lo marginarían del partido de cuartos de final ante Brasil, donde Pelé anotaría el gol de la victoria carioca. 

Al final, con su selección disputaría un total de 38 partidos marcando 15 goles. 

Después de su retiro de las canchas sería entrenador del Herelford United de 1966 a 1972 y vicepresidente de la Federación Galesa de Fútbol en 2002 y ese mismo año recibe la Orden del Imperio Británico. 

Finalmente falleció el 21 de Febrero, a los 74 años en Yorkshire, Inglaterra, víctima de una embolia. 

Hablar de este jugador es especialmente curioso, porque su figura ha quedado relegada por una época donde la televisión no tenía tanta proyección internacional y los medios de comunicación deportivos quedaban muchas veces limitados a un eco regional o si bien les iba nacional; ni siquiera hoy en día nos es posible obtener muchas imágenes de Charles en acción y solo es posible limitarse a pequeños registros de video de corta duración. Como dije antes, sus cualidades atléticas eran impresionantes y mejor aún las técnicas, donde pasó de ser un medio de contención muy efectivo a un devastador goleador y eso dice mucho. Por su época, John rebasó por mucho la estatura promedio de un jugador de fútbol y su figura -como afirmaba Jack Charlton- "era imponente y en algunas ocasiones, intimidatoria". 

En todo caso, estamos ante uno de los 10 mejores jugadores británicos de todos los tiempos; el primero en triunfar fuera de las Islas, el primero en imponer un récord goleador importante en la liga inglesa y en un hombre ejemplo del juego limpio y que siempre dio de que hablar por su trabajo en las canchas y no por lo que hiciera fuera de ellas. 

Y si lo que he dicho anteriormente no basta, habrá que considerar que en 2004 fue elegido jugador de Oro ante la UEFA por la federación Galesa y en la Juventus está considerado como el mejor jugador extranjero, sólo por detrás de Michelle Platini. 


sábado, 11 de enero de 2014

Sobre el mal del Jamaicón

Esa mirada es porque extrañaba a su mamacita


Trascender, brillar, demostrar que el talento no tiene ni conoce barreras, lo antes dicho es el ideal  -o se supondría- de todo futbolista que comienza una carrera en la primera división de su país. Jugar al límite de la capacidad y el talento y después de varios partidos con ovaciones de por medio, enfundarse en la casaca de la selección y ¿por qué no pensarlo? recalar en un club extranjero de abolengo distinguido donde se pueda tener la mayor cantidad de reflectores y poner en alto el nombre de la tierra que nos ve nacer; o lo que es lo mismo: el que es perico, donde quiera es verde. 

Esto sin embargo no es lo mismo que opinan todos... al menos no nuestro "distinguido" personaje: José "El Jamaicón" Villegas notable tronco de la era del mamut, que diga, jugador del aún más notable bosque -porque aquello de los troncos que nacen a placer- llamado Club Deportivo Guadalajara que en las decadas de los 60 y 70 bien puede decirse que lo ganó todo en la liga mexicana... y ese fue el problema, sólo en la liga mexicana. 

José Villegas Tavares nació en Guadalajara, Jalisco un 20 de Junio de 1934 en la colonia la Experiencia en las inmediaciones de una naciente y pujante sociedad industrial. Sus primeros esbozos como distinguido leñador los daría en el Club Imperio para después recalar su talento con el hacha en el club La Piedad -sí, ese mismo que hace casi un año ganó la liga de ascenso pero que terminó convirtiéndose en el actual Club Veracruz-  pero como no le pagaron los 600 pesos prometidos decide salirse a los 6 meses y volver a Guadalajara para trabajar en una empresa de telares que se encontraba muy cerca de su casa. Habrá qué apuntar que por entonces (1952) el futbol mexicano era incipiente, poco profesional -aún cuando la liga presumiese de serlo- y aún más poco técnico, por dicha razón se ve con mucha lógica que el Club Guadalajara lo fichara tres meses después -dada la costumbre de este mismo club en repetir un largo proceso de un nacionalismo mal comprendido y contratar puro jugador verdaderamente limitado- donde al final pasaría 20 años y ganaría 8 ligas, 2 torneos de Copa y 7 Campeón de Campeones -lo que en muchas ligas europeas vendría siendo el torneo de Supercopa- así como un torneo de la Copa de la Concacaf. 

A simple vista el Jamaicón podría presumir un palmarés amplio y lleno de triunfos, de no ser porque como dije antes, todo se redujo al medio local y ese aspecto lo trasladó también a un escenario muy importante como lo es la selección nacional, donde fue convocado 28 veces y disputó 2 mundiales -lo cual se me hace excesivo- los de Suecia 1958 y Chile 1962, donde irónicamente todo lo "bravo" -por no decirle leñador- que era en la liga mexicana quedaba completamente opaco debido a la nostalgia que sufría siempre que salía del país, de manera análoga me hace pensar un poco en Dennis Bergkamp y su fobia a los aviones que a la selección holandesa le causó muchos problemas en el mundial de EUA 1994. 

Tanta fue su trascendencia debido a sus problemas fuera de México, que se creo algo llamado el "Mal del Jamaicón" o "Síndrome del Jamaicón" dicho esto cuando alguna persona no puede realizar correctamente sus actividades debido a una nostalgia excesiva al alejarse del entorno nacional. 

Existen dos versiones con respecto a lo sucedido al Jamaicón Villegas. La primera dice que: 

Preparándose para el Mundial de Chile 1962 se decía que si el Jamaicón había vencido una y otra vez a Garrincha (cosa a mi juicio muy exagerada por los medios periodísticos locales, que ante la falta de trascendencia internacional, buscaban agrandar lo que en realidad eran simples jugadas con poca trascendencia) con las Chivas había suficiente defensa para el combinado mexicano. La Federación concertó una gira por Europa y con Ignacio Trelles al mando viajaron a Londres donde disputando partidos de fogueo, Trelles decidió alinear al portero suplente "Piolín" Mota. Al comunicarle la alineación, Mota se preocupó mucho pero le dijo Trelles que no se preocupara por que el Jamaicón estaría para apoyarlo. Ese partido fue una derrota por ocho goles ante la selección inglesa, ese día Villegas no pudo contener al atacante inglés. Al ser entrevistado el Jamaicón por un periodista dijo: "que extrañaba a su mamacita, que llevaba días sin tomarse una birria y que la vida no era vida si no estaba en su tierra." 

La segunda versión dicha por el periodista Carlos Calderón afirma que:

en Lisboa previo al Mundial de Suecia 1958 donde se ofreció una cena al equipo mexicano. Villegas abandonó la cena y al no aparecer Trelles fue a buscarlo y lo encontró deambulando melancólico en los jardines del hotel y es donde se produce el siguiente diálogo: “¿José ya cenaste, qué haces aquí afuera?”. El Jamaicón le respondió: “Cómo voy a cenar si tienen preparada una cena de rotos. Yo lo que quiero son mis chalupas, unos buenos sopes y no esas porquerías que ni de México son”


Como se puede apreciar, todo un caso el señor. A decir verdad el Jamaicón Villegas, vendría a demostrar el hecho de una sociedad bastante reacia al mundo exterior. Muchos podrían asumirlo incluso como una especie de miedo al desnudo, como un mal genético nacido en el mismísimo instante de la Conquista -yo sinceramente se lo atribuyo a la naturaleza de todos los jugadores emanados de las Chivas- que al parecer guardan la creencia de que el mundo exterior es un peligro para el mexicano que lo visita, pero lo cierto es que también nos llega a demostrar cómo el jugador mexicano tiene -aún hoy en día- una serie de complejos originados todos estos en la falta de compromiso y profesionalismo. Así tenemos muchos casos de jugadores que argumentan fracasar en el exterior por su falta de "adaptación" al entorno -como si fueran especies endémicas- así como al choque del idioma e incluso hasta con cosas tan curiosas como el lugar en que tienen el asiento los carros. Por lo tanto lanzo la pregunta: 

¿Aún están librados nuestros jóvenes futbolistas de ese misterioso Síndrome de nuestro amigo el Jamaicón Villegas?